miércoles, 30 de octubre de 2013

Despertar!

Es mitad de mañana. Hay gente a mi alrededor. Todos me miran y sonríen. Se acercan a mí lentamente. ¿Dónde estoy? ¿Por qué hay tanta gente? No lo entiendo. Me siento cansado, y me duelen las piernas. Apenas puedo moverme de la cama. ¿Qué ha pasado? Alguien, un buen amigo, se acerca hasta mí y me cuenta la historia. Le di las gracias. Impávido, miré hacia la ventana, como queriendo encuadrarme y tomar distancia respecto a todo lo demás.  
Las paredes son blancas, pero de un color mortecino, ya envejecido por el transitar del tiempo. Hay paz. En sus rostros se vislumbra una felicidad intangible. Gracias. Sé quién soy. Sí. Soy yo. Siempre he sido yo. Demasiadas preguntas en el aire, que vienen hacia mí, y rebotan en mi mente. No puedo pensar con claridad. No entiendo las cosas. "Despacio, por favor." Una voz se oye. Llega hacia mí. Me toma la mano, presiona con suavidad mi muñeca. Mira pausadamente su reloj, y toma el mismo camino que lo llevó hasta mí. El resto me mira.
Dicen que no oyes nada, que no sientes, que estás en el límite. Pero yo sí recuerdo. Sí. "Hemos venido a verte". Y siempre estaban allí, incluso cuando yo apretaba tu mano con fuerza, sin saber que te dolía. Las paredes también eran blancas, pero la habitación era más pequeña. Todas esas palabras que me dijiste, una tras otra, las iba entendiendo. Incluso las historias que me contabas, tus historias que yo luego repetía. Una breve ojeada al cuaderno, bastaba para regalar unas horas de tranquilidad. Pero os escuchaba.
Hacedor de cuentos, como se definió Borges. Cuentos inventados en esos paseos. Cortos, pero paseos. Eran necesarios. 
Luego, cada noche, mi voz volvía a nacer. Recitaba viejos poemas aprendidos, que ahora soy apenas capaz de recordar. Y cantaba. Cantaba esas canciones sin rumbo, sin entonación. Cada uno de vosotros me quería callar. "¿Por qué? Yo quiero cantar." La noche iba dando paso al amanecer, y tu rostro delataba el cansancio acumulado. "Tengo calor." Y comenzaba una lucha vana por impedirlo, mientras el pijama volaba por la habitación.
Cada mañana con el mismo ritual. Os vuelvo a ver. Os siento. Cercanos. Igual que ese pinchazo breve en mi abdomen. Sanador. Día tras día.
Quiero correr. ¿Cómo se hace? Despacio, sabiendo que todo lleva un proceso. La mente vuelve a generar aspectos vividos, oscureciendo aquellos capítulos que merecen ser borrados. Es inútil querer volver atrás. Queda mucho por delante, el proceso
"Abre los brazos, pies juntos y cierra los ojos." El equilibrio no está en lo que puedes ver o tocar. El equilibrio reside en uno mismo. Reside en la mirada introspectiva y el reconocimiento de las propias debilidades. 
Ahora, es tiempo de volver a empezar. Desde cero. Sí. Como deben ser las cosas. A la casilla de salida. Pero con el recorrido en la memoria. Hoy todo vuelve a ser.

lunes, 7 de octubre de 2013

Líneas blancas

Hoy, caminando entre las líneas blancas de la ciudad, todo me recordaba a ti. Todo. El sol refulgía indolente entre los dos edificios que, sentados en el viejo parque, solíamos observar. Y yo, ladrón fugitivo de miradas, arrebataba la tuya con un gesto sutil, casi tanto como el rubor que invadía tus mejillas al girarte y comprobar que no apartaba mis ojos de ti.

Hoy seguía caminando entre líneas blancas. Esas mismas líneas que un día quisimos saltar. Las líneas que dibujábamos en cada uno de nuestros viajes. Con cada una de nuestras locas ideas. Siempre ganabas tú. Daba igual. No me importaba reconocerlo, aunque, en el fondo, siempre sabías que dejaba que la derrota me acompañase. me gustaba ver ese brillo especial, ese gesto de vencedora.

Esas líneas blancas las marcaron nuestras conversaciones cada atardecer. Sobre lo humano, sobre lo divino. Sobre el sueño y el despertar. Sobre los días y sobre las noches. Jugábamos a ser ilusionistas en un tablero de ajedrez. Domadores incansables de nuevos retos.

Fotografías en escala de grises, desenfocadas. Con ojo de pez. O en gran angular. Así fue nuestra esencia. Así. Sobre un papel, en ocasiones arrugado. Deforme en su plenitud, pero lleno de contrastes. Con la tinta derramada en cada esquina, devorando ávida cada resquicio de luz. No pude escribir tu nombre.

Sí. Así fueron nuestras líneas blancas. Paralelas. Convergentes. Distintas. Las dibujamos sobre ese mismo papel que después la tinta consumió. Y no quedó rastro de ellas. Ni de ti. Ni de mí. Abandonemos esta ilusión. Vana.

Nosotros, los informáticos

Hemos estudiado informática. De una forma u otra, todos tenemos estudios relacionados con ordenadores, sistemas, programación, etc. A pesar de que los titulados superiores piensen que los salidos de un Ciclo de Grado Superior, o, anteriormente, de FPIII son "menos" que ellos, también son técnicos informáticos. Es más, poseen más conocimientos de la práctica que muchos de los recién titulados universitarios. Sin embargo, no pretendía desarrollar mi mensaje en base a si uno es más o menos que el otro. Únicamente, pretendo dejar patente la gran injusticia que está ocurriendo con todas las personas que, de uno u otro modo, hemos dedicado nuestro, esfuerzo, tiempo y dinero a formarnos en ese ámbito.

Actualmente, a cualquier persona que haya hecho un curso por correspondencia, o que haya sacado un curso de CEAC/CCC, ya se le otorga el título y la denominación de informático. Es más, cualquier persona que sepa manejar el Excel y el Word ya se cree dominador de cualquier sistema de ordenador. Pues no, no es así. Sistemas operativos, bases de datos, placas-base, tarjetas de red, cables, programación. Nosotros hemos acaparado todos esos conocimientos y nos hemos formado. Sin embargo, y cada vez más, asistimos atónitos al menosprecio que, desde todos los ámbitos, se tiene para con nuestros estudios. Actualmente, desempeñando puestos informáticos encontramos a físicos, químicos, geógrafos, o, lo que es la última tendencia, a personas relacionadas con ámbitos económicos, como licenciados en ADE

El gobierno ha conseguido que la informática sea una especialidad transversal. ¿Qué quiere decir esto? Pues que no le otorga ninguna especialidad en concreto. De este modo, un "teleco" está en disposición de programar en COBOL, al igual que lo está un químico que se haya "empollado" un manual descargado desde IBM. ¿Para cuándo una legislación que haga justicia con nuestro trabajo?

Y, cuando tus vecinos saben que "trabajas como informático", viene lo más interesante de tu existencia. Desde ese momento, has de conocer los motivos los que falla su tostador, sepas codificar su televisión, o sepas arreglar su plancha. Algunos, incluso, en un gesto de egoísmo compulsivo, te adoptan como su "informático de guardia". Eso sí, sin soltar "un duro" ninguna de las ocaciones en que solicitan tu ayuda (que, por otro lado, suelen ser varias). Si quieren eso, lo mínimo que han de hacer es pagarnos. Aún no hemos conseguido metabolizar el oxígeno en alimento. Por otro lado, tampoco somos unos "picaOffice". Nuestro trabajo no es crear PPT ni excel. Finalmente, si no consientes que te opere del corazón un abogado, ¿por qué permites que tus sistemas informáticos los gestionen personas sin la titulación adecuada? Tenemos que aguantar que personas con un curso de CEAC quiten puestos a los titulados. Por la reivindicación de los informáticos. Somos fundamentales en esta sociedad. No desprestigies nuestra profesión.

  

domingo, 24 de marzo de 2013

La banca no es tu amiga...

Llega la noticia de que el Gobierno impone una quita para los afectados por las preferentes. Esto implica, de facto, que los ahorradores, perderán parte de ese dinero y, de nuevo, la banca verá aumentados sus ingresos. En la televisión, una persona a la que han entrevistado, ha dicho que, antes de formar eso, hay que leer la letra pequeña. No podemos equiparar a los que actuaron como forajidos, y a los que sufrieron el ataque. Sobre todo, cuando esas "preferentes" se vendieron como depósitos sin riesgo. Es obligación del personal bancario asesorar (que no vender ni endosar) acerca del producto en cuestión. Si suponemos que los clientes deben estar informados de cada producto, ¿para qué se necesita a los comerciales bancarios? Y pensemos que casi todos los afectados han sido personas mayores, que no entienden bien las cosas y que pensaban que "podían confiar en su director". Mal hecho. Un director solamente intenta vender, cumplir sus objetivos, pero nunca es nuestro amigo. Otra cosa es que, tras haber entendido todas las explicaciones, uno esté de acuerdo en adquirir un producto de alto riesgo financiero. En ese punto, pues que asuma las responsabilidades derivadas. Pero, en la mayor parte de las ocasiones, no ha sido así, y se puede considerar una estafa en toda regla. En este aspecto, las entidades financieras han ejercido de estafadores. ¿Favorecida? La BANCA. Resultado: BANCA 1 - Personas decentes 0.

Llegados a este punto, podemos unificar todos los datos de que disponemos, y que demuestran que, como en los casinos, "la BANCA siempre gana". Por un lado, España solicitó un rescate bancario a la UE para "salvar" a la banca. Muchas entidades han usado ese dinero para "lavar" sus deudas, y seguir manteniendo cerrado el grifo del crédito para familias y PyME. Siguen sin dar salida a sus activos inmobiliarios y, mientras solicitando ayudas. Vamos a ver. Si tienen un consejo directivo, un presidente y unos accionistas, no entiendo que "su" rescate debamos afrontarlo todos los ciudadanos. Desde este punto de vista, espero que, cuando reparatan beneficios (esas cantidades ingentes de dinero), me llamen para recoger mi parte. Ah, no!, que en ese momento solamente es para accionistas... Por cierto, prisión incondicional para TODOS los directors que han llevado a la quiebra a esas entidades financieras. Al hilo de esto, que limiten también el importe que se lleva el personal bancario. El nuevo presidente de Bankia disfruta de sus 52 millones de euros de prejubilación, pagados por BBVA, mientas sigue solicitando ayudas al gobierno central para salvar Bankia. ¿Favorecida? la BANCA. Resultado: BANCA 2 - Personas decentes 0.

Al mismo tiempo, la noticia de que Hacienda va a gravar a las entidades financieras por los depóstios bancarios. Ahora mismo, ese gravamen es del 0%, pero se espera que pueda rondar entre el 0'1% y el 0'2% de cada depósito. Hacienda ya se ha apresurado a decir qyue es un impuesto enteramente para la banca, pero no me cabe la menor duda de que, al final, los perjudicados serán los usuarios, ya sea en mayores comisiones por mantenimiento, transferencias, etc. ¿Favorecida? La BANCA. Resultado: BANCA 3 - Personas decentes 0.

Nunca ha habido tantos deshaucios como hay ahora. La BANCA, en su avidez, sigue dejando en la calle a millones de familias, que ven que han perdido el trabajo, que lo están perdiendo todo y, además, deben asistir impasibles a la escena de un banco usurero que se queda con su casa para seguir enriqueciéndose. Encinma, a pesar de que ha sido declarada ilegal, la clásula SUELO sigue estando presente en muchas hipotecas firmadas. Hace poco escuché decir que tanta culpa tenían los bancos como los que solicitaban el préstamos. Me parecede una demagosgia supina. ¿Acaso las entidades bancarias no tienen acceso a todos los datos económicos de quien pregunta por una hipoteca? ¿Acaso no tienen acceso a los más modernos sistemas de información, que simulan escenarios probables si el cliente no puede pagar? Los clientes son los perjudicados, y no pueden tener la misma culpa que las entidades bancarias. Y tampoco la misma culpa que el Gobierno respectivo de cada momento, sea rojo o azul. Da igual. Todos ellos forman parte de los Consejos directivos de Cajas de Ahorro, y deben asumir sus responsabilidades.

Dicho todo esto, solamente podemos afirmar que, efectivamente, los bancos son un "mal necesario" en este sistema que hemos creado. Pero, ya que debemos vivir con ellos, al menos que tengan la educación y decencia como para actuar pensando en el beneficio de los clientes, y no en su propio provecho. Quiza hay que destruir el sistema económico, para poder empezar de cero, con entidades honestas y sinceras, con directores que piensen en las personas, y no que busquen solamente "ascender" en el escalafón. Empecemos YA. Mañana quizá sea tarde.

martes, 8 de enero de 2013

Seguidismo

Los seres humanos nos hemos acostumbrado a lo fácil, a aquello que apenas nos supone un poco de esfuerzo. Nos sentimos cómodos cuando deben ser "otros" los que tomen las decisiones. Indudablemente, bajo esa actitud, se esconde el "miedo al error", sin reparar en que son precisamente esos errores los que terminan forjando nuestro carácter y personalidad. Preferimos no pensar ni tomar decisiones, mantenernos en un anonimato "intelectual", como si fuéramos dóciles animales amaestrados que siguen las órdenes de su dueño.

Y, de esa manera, poco a poco, perdemos lo más valioso que podemos llegar a tener como personas. Esto es, nuestra propia INDIVIDUALIDAD, la plena consciencia de nosotros mismos, paso previo a adquirir la ataraxia vital, al más puro estilo barojiano.

Si nos damos cuenta, hay muchas situaciones en nuestra cotidianidad que demuestran esta falta de "acción". El ejemplo más palpable es cuando, en una conversación informal, todas las personas a nuestro alrededor mantienen la misma opinión acerca de un hecho. En muchas ocasiones, se tiende a mantener esa misma idea, aunque no sea esa nuestra forma de pensar. El sentimiento de pertenencia al grupo es algo que se encuentra plenamente identificado como uno de nuestros principios. En ocasiones, este sentimiento es necesario e importante. En otras, limita nuestra personalidad y evita que seamos quienes somos (o quienes queremos ser). Relacionado con este tema, podemos encontrar la situación que se genera al asistir a cualquier evento deportivo. Al unirnos con muchas otras personas que jalean y animan a un equipo, nos llegamos a sentir importantes, y parte fundamental de los éxitos (o fracasos) de esos jugadores, por ejemplo.

Hay que indicar que, más allá de las posibles connotaciones negativas que ese "seguidismo" pudiera esconder, es necesario que, en nuestra sociedad, existan esos perfiles capaces de "guiar" a los demás, los líderes. No todos pueden ser líderes. Pero todos podemos ser capaces de mostrar nuestra asertividad, y de manifestar nuestras ideas, nuestras opiniones y nuestros deseos, sin que ello pueda suponer un menoscabo de nuestra valoración como personas. Esto, que parece tan sencillo, cada vez es menos frecuente, y muchas personas se acostumbran a lo fácil, a que sean los demás quienes guíen sus pasos. Quizá el primer punto para avanzar en esta situación, sea lograr el conocimiento pleno de uno mismo, y esto pasa por tener constancia de lo que "realmente valemos", mantener una alta autoestima y ser capaces de asumir que, a pesar de que no somos mejores a los demás, sí somos distintos y, por ello, tampoco somos inferiores.

lunes, 3 de diciembre de 2012

Valores

Quiero comenzar este artículo con una frase de Óscar Wilde en "El retrato de Dorian Gray". Dice lo siguiente: "Hoy en día, la gente sabe el precio de todo pero no conoce el valor de nada". Tras leer esta frase comencé a pensar, intentando enfocarla en la realidad más próxima. Enlazado con ello, vinieron a mi mente varias imágenes acerca de eso que denominamos valor, valores. ¿A qué nos referimos cuando hablamos de los valores de una persona? Evidentemente, no hablamos de su valor monetario, ni siquiera de su valor "al peso". Quiero pensar que nos referimos a algo más elevado. Al admirar a otra persona por sus valores, implícitamente, estamos diciendo de ella que posee cierta rectitud y honestidad en su persona, en su trato. Lamentablemente, esos valores personales se están perdiendo. La mayoría de las personas con las que nos podemos cruzar diariamente, desconocen que, por el mero hecho de ser personas, ya poseemos un valor innato. Un valor que no es otorgado por nadie, ni siquiera por esa persona tan cercana a nosotros. Nadie nos puede dar la medida de lo que somos. Únicamente nosotros mismos somos los únicos que podemos juzgarnos, pero sin perder de vista que somos únicos, y, por ese mismo motivo, somos especiales

Los valores de una persona se demuestran cada día, en multitud de ocasiones. Una palabra amable, mostrar respeto por los demás, independientemente de su situación, su nivel social o su aspecto. El respeto forma parte de esos valores innatos, que a todos son dados, pero que pocos logran resguardar de inclemencias externas.

En la antigua tragedia griega, los espectadores eran capaces de ver en los actores, el fin al que podrían conducir sus vicios y la pérdida de valores. Mediante ese ejercicio de katarsis, eran capaces de sentir lo que podría suceder si no mantenían una actitud y conducta honestas. Hoy en día, lamentablemente, no gozamos de esa posibilidad. No tenemos ocasión de evaluar el efecto de nuestros actos o nuestras palabras, hasta que las decimos, o los hacemos. Y es un camino sin retorno. No hay marcha atrás. 

Entre esos valores que se están perdiendo, podemos indicar los siguientes: la responsabilidad. Actualmente, nadie quiere ser responsable de nadie, ni siquiera de las propias acciones. Uno debe asumir sus actos, cada una de sus acciones, y ser lo suficientemente inteligente como para asumir los hechos que puedan derivarse de cada uno de ellos. Enlazado a esta virtud, se encuentra la confianza. Una persona genera confianza en los demás cuando demuestra responsabilidad. ¿En quién confías?

Otros valores en peligro de extinción son la honestidad y el sacrificio. La honestidad lleva implícita la necesidad de ser sincero. La honestidad, ademas, debe comenzar en uno mismo. Al igual que la mayoría de actitudes, si no los ponemos en práctica con nosotros mismos, difícilmente lograremos impregnarlos en los demás. Somos honestos cuando vamos "de frente", sin ambigüedades, sin dobles intenciones. Cuando somos capaces de respetar al otro en su propia individualidad. Somos honestos cuando somos sinceros, y evitamos mentir para obtener una posición de privilegio. Y, sobre todo, somos honestos cuando nos mostramos a los demás sin ambages, sin "maquillajes". De igual manera, hemos de tratar a los demás tal y como a nosotros nos gustaría que nos tratasen en cada momento.

Aunque la lista a desarrollar sería extensa, quiero concluir con el valor del sacrificio. Valor cada vez menos en uso. Sobre todo, en esta sociedad donde muchas personas "van a lo fácil". El sacrificio se relaciona con la persistencia, con la tenacidad. Y, evidentemente, es lo contrario a la procrastinación. Uno puede sacrificarse para lograr una meta, para conseguir un objetivo, o, simplemente, para alcanzar un estado ideal. Así, son sacrificios el acudir regularmente al gimnasio, pero también el intentar dejar de fumar o querer estudiar un idioma. Todos son actos de sacrificio, donde hay algo que se debe "perder" para ganar otra cosa mayor. En línea con esto, se encuentra la capacidad de sacrificarse por los demás. Hemos de entender que no estamos solos en el mundo, que no somos seres individuales, aunque a veces actuemos como tales. Nosotros somos porque los demás son, e, indirectamente, nos ayudan a que podamos ser. Cada una de nuestras individualidades personales viene otorgada por alguien más. Por eso, formamos parte de un todo. Y es nuestra obligación poner en uso nuestros valores para conseguir que ese todo camine sin problemas. Ese camino implica saber que, en ocasiones, hay que dejar de lado nuestros propios deseos para dar cobijo o alcanzar los deseos de los demás. Tanto nuestra propia realización personal, como ayudar a que los demás alcancen la suya, debe ser uno de los objetivos (de ahí la razón de sacrificarse) primordiales en la vida. Cuando nos sacrificamos por alguien, indirectamente estamos tomando partido en su vida y le estamos diciendo "yo quiero estar contigo, y te ayudaré a conseguir tu meta". 

Sí, el sacrificio es uno de los valores más importantes. Pero también el perdón y la confianza. Cuando alguno de estos dos últimos se pierde, es muy complicado recuperarlo.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

TI - ¿Lotería o estafa?

Hoy te sientes feliz. No ha sido tan complicado encontrar trabajo. O, al menos, no tanto como te habían pronosticado. Has terminado tu carrera (de ciencias, hay que aclarar), o el CFGS (Ciclo Formativo de Grado Superior), y has tenido la enorme "suerte" de que una consultora tecnológica ¿? se "fije" en ti. Sí, en ti!! Quizá haya sido por lo bien que haces las "consultas de textos" durante los exámenes (sí, las llamadas "chuletas"). O, tal vez, hayan visto en ti un alto potencial a la espera de ser explotado. Sea como fuere, ha sido una enorme sorpresa. No te lo esperabas. Pero sí, es cierto. Da igual que tus estudios tengan que ver mucho, poco o nada con la rama informática. Aquí eso da igual. ¡¡Ya te enseñarán!!, te dicen todos. Eso, ya te enseñarán, y verás que, todo lo aprendido en tus estudios vale poco menos que nada. ¿A que has aprendido a crear estructuras de datos? Pues no te va a servir de nada, porque terminarás diseñando y programando en COBOL. ¿A que aprendiste a manejar bases de datos y desarrollar proyectos? Bueno, pues aquí, para "ampliar" tus horizontes profesionales, trabajarás administrando una herramienta propia (creada ex-profeso) para el cliente que te haya tocado en suerte.

Sí, realmente ha sido una enorme suerte que pases a formar parte de esa gran familia que forman todos los "consultores". Y, para fomentar ese ambiente, qué mejor forma que pasar la mayor parte de las horas de tu día encerrado con tus compañeros. ¡¡¡Eso es compañerismo!! ¡¡Así se crean lazos!! Pero, claro, eso sería poca recompensa para todo lo bueno que te espera desde el momento en el que formas parte de "La familia". Sí, porque en ese momento, serás un número. ¿Sueldo? Hombre, pues el que ellos consideren justo. Da igual si tu compañero de fila cobra más, pero se pasa todo el día haciendo análisis de mercado, acerca del uso de la máquina de café. No, no debes quejarte, porque eso rompe la familia. Recuerda. A partir de este momento ya eres uno más, y debes mantener la homogeneidad de pensamiento.

Pasará el tiempo, y te darás cuenta de que, realmente, se preocupan por tu futuro y crecimiento laborales. Te ofrecen cursos "carísimos". Pero, evidentemente, todo eso lleva aparejado unas consecuencias. Por ejemplo, ahora podrán usarte como "experto" de esa materia, aunque siempre termines preguntando a tu amigo "Google". Da igual. Eres experto y no puedes defraudarlos.

También llegará el momento en el que veas que tus labores siempre están valoradas. Pasas a ser evaluado por unos ojillos inquietos que apuntan y anotan lo que haces, dejas de hacer, o deberías hacer. Que no, que no, no se trata de reprocharte nada. Es tu "evaluación", y cobrarás y/o promocionarás en función de esa nota. ¿Interesante? ¿Motivador? Tal vez, visto desde fuera, pero contarás a tus amigos que trabajaste duro, sacrificando horas de tu descanso y de tu ocio, y al final promocionaron al que realizaba análisis estadísticos del uso de la máquina de café. Te dices a ti mismo que, desde ese momento, ni un esfuerzo suplementario. Pero no, no lo cumples porque no eres así, no eres como ellos. Y vuelves a entrar en esa misma espiral de trabajo sin tregua. Da igual, porque, para estas alturas, no tendrás vida personal. Tu vida pertenece, única y exclusivamente, a "La familia", recuérdalo. Tu novia te dejó porque quería verte en persona, y no tener que hacerlo en una foto del móvil (sacada mientras intentabas crear tu primer "Hola mundo!"). Tu familia se mudó de ciudad, pero tú pensaste que, en otro sitio, sería complicado "encontrar un trabajo mejor". No tienes perro porque apenas encontrarías tiempo para sacarlo... En fin, pasas tu vida en el cliente, o en la oficina, porque no te quedan más cosas que hacer en tu tiempo libre. Y, para estar en casa mirando a las musarañas, o intentando ligar por internet, pasas tus horas en el trabajo. Hablas con la máquina de café, mientras tu compañero recién ascendido ha pasado a realizar análisis de más calado, llevando la cuenta de las veces que vosotros hacéis uso de los bienes comunes sanitarios (es decir, los baños).

Así que piénsalo. Evidentemente, las consultoras de TI (Tecnologías de la Información) son una gran oportunidad de atacar el mercado laboral, de empezar a trabajar y aprender muchas cosas. Pero también absorben y exprimen el 100% de tu capacidad. Eso sin contar que, igual que estás tú, con tu carrera informática, otros compañeros tuyos hicieron ADE, Industriales o Química. Piensa si te gustaría que te operase a corazón abierto un panadero...

Si has decidido dar el paso, adelante, aprende todo lo que puedas e intenta ser feliz. Si no, felicidades, has sido consecuente con una idea de vida plena (no quiero decir que los que trabajan ahí no la tengan). Tu vida, tu tiempo, siempre son más importantes que un trabajo.